La moda es algo que se disfruta en todos lo estilos, momentos y edades, desde los más grandes a los más pequeños. Desde los más pijos a los más alternativos. Y cuando hablamos de padres e hijos esto no puede faltar, especialmente los primerizos que los pillan con más ilusión. Seguramente has visto en redes sociales o en la calle a hijos vestidos exactamente igual que sus padres.

Vestirnos nosotros mismos a veces es un suplicio, y si a eso le sumamos que debemos vestir igual a nuestro clon pequeño, sin duda alguna esto se convierte en un auténtico reto. Pero tranquilo, pues no es tan complejo como parece. Así que si te interesa esta tendencia, continúa leyendo, pues hoy te hablaremos más sobre ella y te mostraremos algunos looks que puedes usar. La moda es cíclica, pero también se adapta a las necesidades de quienes la utilizan. Por ello es que ahora vemos a muchos padres vistiendo igual que sus hijos. Esta es una tendencia que se ha vuelto cada vez más popular y recibe el nombre de “Mini me” en inglés que en español podría ser algo como “Mini yo” o “Pequeño yo” refiriéndose a que el hijo es la versión pequeña del padre. Esta tendencia comenzó de manera discreta, pocos padres e hijos se animaban a hacer esto, pero poco a poco fue creciendo, a tal punto de que muchos diseñadores han decidido adaptar sus colecciones a versiones más pequeñas, pero exactas a la de los adultos para que así, padres e hijos vayan vestidos igual. Y la verdad es que se ven bastante bien.

¿Es buena idea vestir a los hijos como a los padres?

Antes de que sigas leyendo, tienes que saber que existen muchas opciones para comprar ropa a juego entre padres e hijos, como la tienda Cóndor, donde puedes comprar calcetines verdes de colegio, una prenda clásica pero que puede funcionar muy bien con una gran cantidad de conjuntos. La respuesta a esta pregunta pueden ser dos. Primero, la más amigable, es que los niños pueden disfrutar muchísimo la experiencia de vestir igual que los padres. Es posible que estos generen un vínculo especial, sea algo divertido para ambos y que se conecten de una manera diferente. Además, la mayoría de los niños siempre tienen la ilusión de parecer mayores, así que si se visten igual que los padres, en algunas ocasiones, esto puede hacerlos felices haciendo que ese sueño se cumpla al menos por un momento. Ahora, también se ha comentado que vestir a los niños igual que los padres podría no ser la mejor opción. Esto es porque es posible que tengan problemas para desarrollar su personalidad pues en la ropa que usan está plasmado el estilo de los padres, y no el de los niños. Por ello, a veces es mejor que cada quien desarrolle su estilo y vistan diferentes. Lo anterior no quiere decir que esto sea algo realmente malo, solo hace falta buscar un equilibrio. En algunas ocasiones podrían vestir igual, pero no que se vuelva algo de todos los días.